Hasta ahora, la notaría decidía el servicio que deseaba dar a sus clientes, invirtiendo más o menos recursos en ello. Los procesos burocráticos de SIGNO eran asumibles tanto en la pre-firma, donde son el medio para la obtención de información (catastro, ayuntamiento, etc.), como en la post-firma, para su envío (índice único, protocolo electrónico, STI, etc.), una vez el cliente abandonaba la notaría, por lo que no influía en el trato dispensado al cliente.
Pero ahora, el AVID es un proceso obligatorio intercalado por ANCERT que afecta al servicio que presta la notaría a sus clientes, la autorización desde el PNC es parte de la experiencia global del cliente.
Si bien, no se trata de una ventaja competitiva para ningún despacho porque todos disponen de una única herramienta, ANCERT está obligada a encontrar el equilibrio entre seguridad y agilidad del producto para reforzar la imagen tecnológica de la notaría.
Aún realizando el test con las condiciones más duras, una vez superadas las primeras trabas de la videoidentificación y siendo de varias visitas mensuales a la notaría, reconozco que la experiencia final me ha enamorado, y creo que será un sentimiento compartido con otros clientes de su notaría.
Mis principales motivos, el ahorro de tiempo, pasando de noventa minutos entre ida, vuelta, saludos, espera y el dedicado a la propia firma, a menos de diez minutos. La comodidad, no salí de mi despacho y con la conexión abierta pude seguir atendiendo mis obligaciones hasta que la notario tuvo un momento para sentarse delante de su equipo y la flexibilidad, porque cuando aparecieron inconvenientes irresolubles en el mismo momento, simplemente se cambiaba la hora de la firma y continuábamos por donde íbamos hasta completar el acto.
Desde el otro lado del tablero, la sensación tanto del notario como la del oficial, que preparó el documento, así como del asistente de firma, que coordinó la videoconferencia, han sido muy positiva. Como está configurada, son operaciones que están sujetas a menos estrés y que pueden realizarse como relleno entre las intervenciones presenciales.
Una característica importante del AVID, es que, planteado adecuadamente, reduce tanto la carga de trabajo como el tiempo que necesita el notario para la intervención, así como para el oficial que redacta el documento, descargando en el asistente de firma todos los preparativos y prolegómenos, lo que permite ampliar el número de firmas intervenidas diarias sin entrar en el nuevo ámbito geográfico universal de este tipo de firmas.
La suerte está echada. El porcentaje de protocolos autorizados por AVID se irá incrementando día a día hasta superar ampliamente el realizado físicamente en las notarías, en cuanto sea posible intervenir cualquier tipo de operación, que será más antes que después por normativa comunitaria.
En Madrid, ya conocemos notarías que les han abierto las puertas a entidades financieras que vienen rebotadas de sus notarías habituales por las continuas pegas que ponen para no realizar AVID, y esto, junto con la liberación parcial de las minutas, provocará un cambio de paradigma en el mercado notarial. Debemos empatizar con el cliente y evitarle la pérdida de tiempo si se trata de una operación de poca envergadura, si el tráfico está mal en una ciudad grande, si vive en una pequeña población aledaña, o simplemente si le viene mejor realizar la intervención desde su móvil.
Es probable que más antes, que después, una firma para la venta de una vivienda en una ciudad grande se pueda realizar un sábado por la mañana en la sala de reuniones de la promotora, con unos cafés sobre la mesa, donde el notario aparecerá durante diez minutos en una televisión gigante interviniendo la operación. La promotora habrá facilitado la operación a los clientes que se llevarán sus llaves con la seguridad plena de que la vivienda es suya y el notario podrá continuar en su casa de la playa disfrutando de un placentero día.
Si para las firmas normales resulta muy útil el uso de la Notaría Virtual de nuestro despacho, en las firmas AVID resulta imprescindible para coordinar su preparación y evitar desplazamientos previos de los clientes.
La NV es el vehículo de comunicación directo entre oficial y clientes que activamos con un sencillo envío de un enlace al móvil o email. Al acceder el cliente, dispondrá de un espacio virtual creado específicamente para todas sus operaciones, con un repositorio donde cualquiera podrá añadir la documentación necesaria, así como visualizar las fichas de fincas y otorgantes para poder completar o validar la información. Los otorgantes visualizarán siempre el documento vivo a firmar.
Sólo se procederá a agendar la firma AVID cuando otorgantes, notario y oficial le hayan otorgado su beneplácito a la versión del documento, lo que garantiza el éxito y minimiza el tiempo firma definitivo.